Entonces su mano con dedos como ganzúas se deslizaron con exagerada cautela bajo el vestido negro, palpando el níveo muslo de carnes tensas y firmes, estrujando cada centímetro de aterciopelada piel haciéndola suya, erizando hasta el más mínimo folículo piloso.
Avanzaba así esa mano, fingiendo timidez, dejando tras de sí una humedad incapaz de ser secada sino con fuego.
Dejando ardiendo la vía recorrida, se aproximaba a la acechanza de su presa, se disponía a asaltar con la delicadeza de un suspiro la flor de loto de su presa, misma que no luchaba por escapar de entre sus garras...
Al fin te acuerdas de nosotros, nos tienes muy olvidados :C
ResponderEliminarSi bien no comento todas tus entradas, neta que si leas leo(: Amo tus escritos, y este no es la excepción.
Saludos, y ya no te desaparezcas tanto tiempo.
Como siempre sorprendiendonos :)
ResponderEliminarMuy erotico y exitante, maravillo como el solo
Besos preciosa
PD no se porque, pero no te pierdas tanto por aqui te extrañamos
Siempre me han gustado mucho tus textos y este te lo aseguro que me estremecio.
ResponderEliminarQué elegancia para describir el momento :)
ResponderEliminarUn beso enorme!