abril 12, 2013

Memoria de mis putas tristes


Tuve la oportunidad hace unos días de leer “Memoria de mis putas tristes”  de Gabriel García Márquez.
Memoria de mis putas tristes cuenta la historia de un viejo periodista que a punto de cumplir sus 90 años, planea festejarlo regalándose la virginidad de casi una niña. Conforme avanza la historia, el personaje desarrolla un peculiar apego hacia la joven, de la cual jura estar perdidamente enamorado, al punto de sentirse morir de amor. Rejuvenecido por el amor, cambia su perspectiva de la vida a los noventa años, edad en la que la mayoría de los seres vivos, están muertos.
Puede sentirse a un García Márquez con menos fuerza y un poco más pasivo, no se siente la energía narrativa y el ímpetu que se percibe en Cien años de soledad o en El amor en los tiempos del cólera, ya que éste amor es un amor en el ocaso de la vida, cuando la flama está por extinguirse y no con el ardor que quema el de Florentino y Fermina. 
Me atrevo a decir que de los finales de Gabo, ha sido hasta ahora el único que no me ha satisfecho del todo, ya que desde mi punto de vista, es un libro muy cursi.
Sin embargo, dejo aquí las primeras líneas del capítulo primero.
En el año de mis noventa años quise regalarme una noche de amor loco con una adolescente virgen. Me acordé de Rosa Cabarcas, la dueña de una casa clandestina que solía avisar a sus buenos clientes cuando tenía una novedad disponible. Nunca sucumbí a ésa ni a ninguna de sus muchas tentaciones obscenas, pero ella no creía en la pureza de mis principios. También la moral es un asunto de tiempo, decía, con una sonrisa maligna, ya lo verás. Era algo menor que yo, y no sabía de ella desde hacía tantos años que bien podía haber muerto. Pero al primer timbrazo reconocí la voz en el teléfono, y le disparé sin preámbulos: Hoy sí.”

Yo en lo particular, suelo enamorarme de los libros gracias a las frases que me voy topando a lo largo, a continuación enuncio algunas de mis favoritas de esta obra:
“…Hasta que la realidad les enseñó que el futuro no era como lo soñaban, y descubrieron ahí la nostalgia.”
“Los hechos reales se olvidan, también algunos que nunca fueron pueden estar en los recuerdos como si hubieran sido.”
“Hubiéramos podido hacer tanto en tan poco tiempo.”
“La edad no es la que uno tiene, sino la que uno siente.”
“El amor no es un estado del alma, sino un signo del zodiaco.”
“El sexo es el consuelo que uno tiene cuando no le alcanza el amor.”
“Cuando salí de ahí, el único sentimiento que me quedaba en la vida eran las ganas de llorar.”
“Es imposible no terminar siendo como los otros creen que uno es”.


Mío, obviamente.

1 comentario:

  1. Tienes un blog precioso y escribes súper bien, cariño.
    Me gustaría pedir si no es mucha molestia que te pasases por mi blog, leas, juzges y si te gusta pues lo típico. Muchas gracias.
    http://soy-tu-veneno.blogspot.com.es/

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