Sigo esperando, con los ojos cerrados ya sellados por las telarañas, con un corazón lleno del polvo que deja la esperanza cuando comienza a menguar.
Aguardo, con un libro de amarillentas hojas abierto frente a mis ojos que no pueden ver, justo en la página que me indica cómo vivir.
En el hoyo, donde ni siquiera el resplandor de la luna alcanza a tocar los huesos que las polillas invaden; ahí espero.
Y cuando la esperanza por completo se me haya escapado volando de las manos y la mecha que aún humea haya dejado de vivir, me resignaré a nunca más abrir los párpados y le permitiré a la muerte que con su frío abrazo me invite a soñar...
![]() | ||||
Luna menguante amante traidora |