julio 27, 2012

Lectura de cartas


            —Siempre he tenido tentación de que me lean las cartas ¿tú no?
            —Neh, puros cuentos, pero ps ya andamos aquí, si quieres vamos a preguntar cuánto cobran.
    Va.


            Entramos al mercado y un mosaico caleidoscópico de esoterismo, religiosidad y amuletos contra toda clase de males se alzó frente a nosotros.
“¡Pásele güerita, le leemos la mano, le echamos las suertes!” “¡Limpias, marchantes, amarres, mal de ojo, le devolvemos lo que perdió, pásele!”

            —Güey, nunca había entrado a un mercado.
            —Jaja ni yo. Mira, vamos a preguntar ahí.
           
            Con la cautela propia de quien se aproxima a lo desconocido, nos acercamos a preguntar “A cuánto la leída”.

            —Ps aquí no leemos, pero ahí en el otro corredor está una que la cobra en $60 y bien echada. Ándale, llévalos.

            Ya “picados” por la curiosidad, seguimos a la muchacha que nos guió hasta un pequeño local repleto de figuras de santos, de imágenes de la Muerte, amuletos, tierra de panteón, piedra lumbre, ramas de pirul, loción de siete machos, de siete vírgenes, siete pecados capitales, siete sacramentos y quién sabe qué otras sietedades.

            —Pásele uno y luego el otro.
            —Vas
            —Pero no traigo dinero.
            —Te lo pago.
            —Órale, ¿en serio?
            —Sí, ándale.
            —Está bien.

Me llevaron a una especie de privado detrás de todo el santoral y las pócimas para todos los achaques de la humanidad.
            El aroma místico del incienso mareaba y las cucarachillas de cocina paseándose por las paredes le daban un halo de todo menos mágico al lugar. La luz era tenue y el aire denso debido al incienso. Imágenes religiosas por doquier y del techo pendían bolsas con hierbas para remediarlo todo: embarazos, salaciones, males de ojo, amarres y quién sabe qué tantas cosas más.
            Una mesa y un hombre que más bien parecía profesor de primaria pública jubilado se hallaba sentado apretujado contra un muro falso y la mesita.
            Me senté con todo mi escepticismo y mi curiosidad esperando a alguna indicación. Me tendió en la mano derecha un juego de baraja española e indicó:
            —Barajéalo y con la mano izquierda pártelo en tres.
           
            Obedecí mientras el ligero temblor de lo que se ignora me apretó los tobillos. Luego, extendió sobre la mesa el mazo de cartas y comenzó:

            —Cuida tus pertenencias porque eres muy distraída, puede que en los próximos días pierdas algún objeto más bien personal…

De ser mi dinero, ya me hubiera parado y me hubiera largado, qué estafa” pensé y decidí ir al grano.

            —Alguien se fue.

            Aventuré, como esperando que el Profesor Místico adivinara en quién estaba pensando.

            —Sí, de tez blanca. Una lástima, era muy buen partido.

            Un nudo en la garganta. Con firmeza pregunté:

            —¿Por qué se fue?

            Cerró los ojos detrás de los cristales ahumados de sus gafas, como buscando ponerse en sintonía con el Universo y respondió:

            —Siempre hubo una mujer detrás que no dejó que la relación prosperara. Su ex novia lo buscaba y se veían mientras estaba contigo. Volvieron.
            —¿Volvieron?
            —Sí, volvieron.

            La sangre se me heló. Era cierto, yo sabía que habían vuelto, cosa que me hizo interesarme más por la dichosa consulta.

            —Pero tienes un pretendiente ahí. Lo conociste en la escuela, de tez morena clara, buen partido también. Tiene un poco de mala fama pero contigo tiene buenas intenciones.

¡PUM! Ahí estaba de nuevo. Mi ex compañero que me acababa de invitar al cine y que me decía que le gustaba.

            —¿Es sincero?
            —Mucho, pero no te ilusiones, tienes muy mala suerte en el amor, muy poca estabilidad y tus parejas duran muy poco.
            —¿A qué se debe?
            —Mmm, eres muy negativa pero en unos cinco años vendrá tu estabilidad emocional. Sí, tendrás a muchos pero todos serán de paso.

            Siguió adivinando cosas de mi familia con una precisión que daba escalofríos y yo, tratando de confundirlo hice una pregunta aleatoria respecto al primer vaticinio.

            —¿Va a volver?
            —Ha tratado de comunicarse contigo. No te quiere perder y trata de que sean amigos. Probablemente no lo permitas, porque eres muy inflexible con todos, aparte eres fuerte, muy fuerte, las experiencias te han curtido  el carácter que ya de por sí era firme.

            A éstas alturas de la consulta ya no sabía si creer o qué, lo que sí sabía era que él sabía mucho, mucho.

            —¿Qué más?
            —Éxito, mucho éxito siempre y triunfos en todo lo que te propones. Se te cerró una puerta pero lo que viene es mil veces mejor. Pero sí, hija, en el amor nomás no. Ya te digo, el que tienes ahí es bueno.

Cuestiones de economía familiar, de salud y de mi ámbito profesional me eran develadas, cosas que yo sabía, cosas que me esperaba y que el médium no tenía por qué saber.

            —¿Algo más?

            Se me vino a la mente mi tío y su hipocondría y se me ocurrió preguntar

            —¿Se va a curar?
            —Es mental, todo fue a raíz de un susto. Es pura paranoia pero no te preocupes, no es grave y sí, sí se le va a quitar todo.

            Me sonrío por lo que atiné que la sesión había finalizado, me dispuse a caminar hacia la puerta y la voz a mi espalda me despidió

            —Ten mucho cuidado, hazle caso y sobre todo que Dios te bendiga, aunque tú no creas en él.                                                                              

3 comentarios:

  1. Que hermoso, tu forma de escribir me encanta. Es mistico todo eso, y muchas veces es creer o rebentar, pero otras es mejor nunca saberlas:)

    ResponderEliminar
  2. Escribes muy bien, tienes la capacidad de llevar imaginariamente al lugar de los hechos a tus lectores y la historia me gustó mucho, la verdad yo no creo mucho en esas cosas, pero también tuve una experiencia similar muy fuerte que me dejó como intriga!
    Bueno, saludos besos ♥

    ResponderEliminar

  3. Andale! Mira tu todo esto :) deeberias creerle? si, creelo no era para ti y punto.

    No se si es real (el relato) o no, pero yo decido que si y me ha gustado porque esta tan lleno de magia que da gusto leerlo y al final me has dejado con un buen sabor de boca, maravilloso

    Beso preciosa carrusel

    ResponderEliminar