mayo 02, 2013

Seguimos perdiendo

Son casi las tres de la madrugada de un jueves cualquiera y doy vueltas en mi cama presa de ansiedad, de duda y de incertidumbre mientras en mi cabeza no deja de sonar la canción de un grupo de punk mexicano que escuchaba cuando tenía como 14 años.
Mi frasco de Clonazepam me queda muy lejos y muy corto, así que no tengo de otra más que enfrentarme a la realidad que me esfuerzo tanto en ignorar a diario.
Es una relación asquerosamente mediocre, me jode mucho, me está consumiendo y no me deja nada bueno, nunca lo hará y lo peor del caso es que estoy plenamente consciente de mi miseria y me rehúso a abandonarla.
¿Y qué más da? Soy joven, no salgo de ésto porque me hace sentir bien, me hace sentir que tengo algo parecido al amor, aunque solo sea un remedo, aunque solo sean migajas.
Me gusta la miseria emocional porque no sabría como manejar la felicidad....Y porque dependo de las relaciones enfermizas,


"Veo que mis días pasan y me mato como puedo porque no me queda nada..."


Escucho punk porque ya no me alcanza para coca de calidad y con algo me tengo que anestesiar.

5 comentarios:

  1. Despues de un tiempo vuelvo a estar por aqui,
    leyendote hasta en tus miserias

    Muchos Besos Carrusel

    ResponderEliminar
  2. Es precioso lo que escribes.
    Un beso<3

    http://heljustme.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar
  3. Precisamente debido a tu juventud deberías intentar salir de esa miseria que dices...
    Y no sabes si podrías manejar la felicidad porque siempre has estado en esa miseria que dices, ¿no?
    Que no pretendo hacerte cambiar (¡sólo me faltaría eso!), sólo que veas la posibilidad de no conformarte con las migajas e intentar luchar por algo mejor. ^^

    Un abrazo,
    Little shooting star. :)

    ResponderEliminar
  4. Me encanta como escribes, tienes un regalito en mi blog : http://tedascuentadelascosas.blogspot.com.es/
    :D :D

    ResponderEliminar