noviembre 04, 2010

Capitulo 5

Bajamos de la carretera y buscamos algo que pudiera saciar nuestra hambre. Buscamos hasta llegar a unas pequeñas cactáceas redondeadas.
"Mira, podemos comer esto", me indicó El hombre delgado que no flaqueará jamás.
Obedecí y comenzé a comer a manos llenas aquellos bultitos verdes.
Me sentí satisfecha y de pronto caí de bruces al suelo polvoriento. El sol me quemaba la cara.
De repente aparecí de pie en la vieja carretera. No había nada mas alrededor, nada en absoluto, solo cielo y tierra. Sentí miedo al verme atrapada en tanta libertad vacía y sola...sola. Me eché a correr hacia ningun lugar, sin control, sin dirección ni sentido, tal como mi existencia. Resonó una voz en la inmensidad que me dijo: "No temas".
La instrucción dada me aterró aún mas. asi que sin reparo alguno, continúe mi desbocada carrera...¿hacia donde?.
Nuevamente escuché: "No temas", esta vez sonó a mis espaldas.
Me di vuelta, ya que esta vez me resultó hermosamente familiar.
Al voltear vi a unos metros de mí a un hombre de mediana estatura y complexión delgada, con un cabello rizado bastante esponjado y unos profundos y maravillosos ojos verde oliva, iba ataviado con un atuendo de boxeador, rodeado por una ténue neblina blanca...
No podía ser posible...no debía ser...y mucho menos ahí, en medio de la nada...
¡Era mi padre! a quien hacía años que no veía. La última vez que estuve junto a el era pequeña, debía tener escazos 10 años.
Esa fue la última, desde una vez que me dejó en casa de unos extraños y no regresó por mí.
Recuerdo que cuando estaba con el, vivíamos solos, únicamente nos teníamos a nosotros en el mundo y esa era nuestra familia. El ha sido la única familia que he tenido y todo era felicidad, muy lejos de la tristeza, me cantaba canciones, extrañas a mi edad, que nunca olvidé y cuando de mayor las cantaba recordandolo, descubría consejos y les encontraba un significado diferente cada vez. Sabía que mi amado padre no me las había dado solo por que sí.
Y a pesar de que me dejó en un lugar extraño lejos de el, siempre guardé los buenos momentos que compartí con el, lejos de odiarlo por eso, siempre aguardé su regreso con esperanza y disfrutar de nuevo la alegría con mi gran amor; mi papá.
Y ahora, despues de tantos inviernos vividos sin el, lo tenía frente a mí. Sentía un deseo inmenso de correr a el y abrazarlo, llenarlo de besos y decirle cuánto lo extrañaba y lo quería, que ya jamás nos separaríamos y volveríamos a la vieja casa y hacer días de campo en el patio y que me empujara en el columpio, reír mucho y también llorar, contarle cuántas cosas me habían pasado en este tiempo.
Pero ahora que lo veía bien, aquel boxeador lucía cansado y decaído, con un semblante raro.
Pareciera que leyó mis pensamientos porque me dijo con suave voz: "Sí, será luego, te lo prometo, ahora detente donde estás y escúchame atentamente. Me ha sido permitido venir a darte un mensaje muy importante y tengo poco tiempo..."
¿Que era eso que tenía que decirme? ¿De donde le habían permitido venir? ¿Quién? ¿De dónde?
Necesitaba saberlo ya...


Continuará...

En el próximo episodio: ¿Que era eso que tenía que decirle?
Lo sabremos en la próxima entrada :D
¡No se la pierdan!

Los amo(:

2 comentarios:

  1. Pero comenten D: se desmoraliza uno si no ve comentarios ): de perdido que digan, chtm, que pirata o no se xD pero háganme saber que alguien me lee *-*

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  2. yo te leo C: & neta me está encantando & no es facil qe yo me atrape en una historia ^^ TE QUIERO

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